Estoy seguro de que hay malísimas carreteras por todo el
mundo.
Algunos de vosotros, y yo mismo, hemos experimentado el
infierno en la tierra al pretender cruzar de un punto a otro de cualquier país
por carreteras secundarias….gran error!!
Hay carreteras infernales por todo el mundo, algunas por su
peligrosidad, otras por su mal estado, otras por su longitud o por las
condiciones meteorológicas.
Pero en este blog voy a enumerar mis cinco peores infiernos
en la tierra transformados en carreteras del Este de África.
No están en ningún orden especial, solo enumero.
1. Marsabit – Moyale (Norte de Kenya).
Creo que era por ahí en el 2004 cuando se
me ocurrió que podía ser una gran idea ir de Nairobi a Addis Abeba por carretera.
No había autobuses, así que viaje en la
parte de atrás de un camión cargado de mercancías varias.
Toda una aventura, sin duda.
La pista de tierra a la que llamaban
“carretera”, era al principio, más un bache continuo con algunos tramos planos
que una pista secundaria.
Posteriormente se transformó en un
conglomerado de rocas enormes que ralentizaron el paso hasta ir a no más de
unos 20 kilómetros por hora.
Finalmente, en pleno territorio en
conflicto por los Somalíes, la pista desaparecía y el conductor parecía guiarse
más por el paisaje que por ninguna indicación.
Fuera como fuera, con escolta militar en el
camión armada hasta los dientes, conseguimos llegar hasta Moyale, la frontera
con Etiopia. Un día entero de viaje, de sol a sol.
Suerte que el tramo en el lado Etíope era
asfaltado y me dio un descanso!!
2. Olololo – Lolgorien – Kehancha – Migoris.
(Kenya)
La conocida, aventurera y sufrida por
cualquier guía de viajes de aventura, “black cotton road to hell”!!
Es una carretera enigmática y traicionera,
solo para expertos.
La salida del Masai Mara hacia el lago
Victoria solo se puede usar en temporada seca por una simple razón, si llueve
un poco se ablanda el terreno y se convierte en el odioso fango llamado “Black
Cotton”.
Este fango es muy adhesivo, muy resbaladizo
y puede ser tu peor pesadilla.
La peor parte es la sección entre Olololo y
Lolgorien.
Se puede decir que si pasas esa sección ya
has hecho lo más duro.
Y si lo pasas en temporada de lluvias ….
Eres el puto amo!!!
De Lolgorien a Kehancha hay alguna parte
complicada, pero lo peor es si el agua de los ríos ha subido y cubre los
puentes….entonces ya puedes ponerte a rezar o a buscar un lugar donde dormir y
esperar.
Por suerte, la mayoría de viajes se hacen
en la temporada seca….y si estás por allí y coincides con algún conductor o
guía experimentado, verás que se pasará los días mirando a lo alto de la pared
de Olololo esperando que no llueva!
(Con un tractor para rescatar a nuestro vehículo del barro!!)
3. Babati – Kondoa – Dodoma – Mtwera – Iringa
(Tanzania)
Esta carretera la realice en 2012 y no
parecía tan mala idea cuando sobre el mapa vi que se acortaba camino en mi
viaje hacia Zambia desde Arusha.
Pero si que lo fue.
Cerca de Babati se acaba el asfalto y
empieza la pista de tierra….al principio sin más, solo hay que tener cuidado
con los camiones chinos de las obras que están realizando por allí.
Pero conforme vas avanzando, como si te
estuvieras metiendo en la boca del lobo, la carretera empieza a empeorar y
empeorar hasta que te duele todo el cuerpo de llevar horas con enormes baches
que destrozan la suspensión y la amortiguación del coche.
Es una cadena de baches estratégicamente
puestos para que no puedas esquivar ni uno.
Dodoma es un respiro a medio camino, con
unos kilómetros de asfalto al cruzar la ciudad….pero inmediatamente después se
acabó la paz.
Todo el viaje hasta la presa de Mtwera,
además de tener un paisaje intrascendente y sin animales, está repleto de
desniveles, rotos, baches y rocas pincha ruedas.
Se convierte en una auténtica tortura ya pasada
la presa y hasta Iringa, donde se encuentra de nuevo el asfalto.
Nunca más!
(Carreteras Africanas!)
4. Lalibela – Axum. (Etiopía)
Los trayectos por carretera en Etiopía no
se miden en horas, se miden en días.
Tener poco dinero me hizo subirme a una
serie de autobuses por todo el país para recorrerlo en modo low-cost.
No os lo recomiendo.
Este tramo se me hizo especialmente duro.
Los autobuses en este país se ponen en
marcha a las 6 de la mañana y paran en un pueblo o ciudad preestablecida a eso
de las 6 de la tarde. Y al día siguiente se repite la operación hasta llegar a
tu destino.
Esto es lo que me pasó en varios trayectos
en ese país…y especialmente duro en mi recuerdo fue el Lalibela-Axum, donde a
medio camino me quería cortar las venas y al día siguiente quería morir de cualquier
forma.
Por suerte, a pesar de las malas
carreteras, se suele llegar al destino y una vez allí se te pasan todos los
males.
Aunque reconozco que Etiopía fue mi límite.
(Tomar atajos en Uganda no es una gran idea.)
5. Kyenjojo – Hoima – Masindi. (Uganda)
Alguna vez habéis visto un rio de barro??
Yo si, a unos kilómetros de Hoima.
Esta carretera suele ser un atajo para los
trayectos entre Fort Portal y Masindi…pero no os lo recomiendo.
Es muy inestable en la lluvia y a pesar de
que el paisaje es precioso, se puede volver un terrible infierno.
No me olvidaré de aquella vez, en 2008,
cuando salí a las 06:30h de Fort Portal y a las 02:00h de la madrugada aun
estaba en el barro atrapado intentando llegar a Hoima.
Lluvia, noche y barro….nada mejor para
conseguir agotar la paciencia de cualquiera.
(Paisaje de las carreteras hacia Sudán.)
6. Extra! Gonder – Metema (Etiopía, Frontera con
Sudán)
Los casi 300km entre Gonder y la frontera con
Sudán no me parecieron gran cosa tras tantos viajes en bus por el mundo……error
enorme!!
Me lancé a intentar cruzar la frontera con
Sudán sin visado y para eso tenía que llegar a Metema, la frontera.
Pan comido.
16 horas después quería que alguien acabara
con esa tortura.
Una carretera totalmente destrozada, en un
bus repleto de gente hasta que ya no podía caber ni una gallina más.
Sin ventanas y en una posición inverosímil
tragando todo el polvo del camino y a casi 40 grados de calor.
3 pinchazos y un problema con el motor
eternizaron el viaje.
Sin comida, ni agua, llegue a la frontera
destrozado.
Pasé la noche en una cabaña de barro donde
me dejó estar un abuelo y al día siguiente fui a la frontera sin visado pero
con muy buenas intenciones.
No sirvió de nada.
Me devolvieron a Etiopía y 16 horas de
nuevo de regreso a Gonder con el mismo suplicio.
Un consejo…nunca, nunca, NUNCA vayáis a la
frontera de Sudán sin visado!
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