miércoles, 10 de diciembre de 2014

2014, Se acaba una época buscando algo mejor.

Los cambios para ser totales han de ser traumáticos.
No podía ser, no se podía seguir así.
Ni con la vida, ni con la empresa...todo tenía que cambiar.
El 2014 fue el peor año de mi vida, de eso no hay duda y no voy a volver a hablar de él.
Mi vida privada dio un vuelco total y se me rompió el alma, aunque ya esté todo reconducido y arreglado.
Mi vida profesional fue de mal en peor. No por mi trabajo, por África, por los viajes...no es nada de eso.
El caso es que en ocasiones te equivocas de socios de viaje. Me equivoqué.
Confié en gente que no estaba capacitada, gente que vivió muy bien a costa de mi esfuerzo, mi sudor, mi trabajo y mi esfuerzo.
Y que llevaron una gran idea, una esperanza y un sueño a la ruina.
Por suerte supe dejarlo a tiempo, tarde, pero a tiempo.
Sudé sangre para poder devolver el dinero a los clientes y dejar nuestra imagen lo más limpia posible, lo conseguí.
Ojalá todos ellos supieran la verdad de lo sucedido y que si no fuera por mi, no habrían recibido su dinero de vuelta.
Y trabajando en ello, la tercera desgracia, dos desconocidos aparecen una noche en la puerta de mi casa para apuñalarme y perderse en la noche.
Unos centímetros me salvaron la vida, perdí mucha sangre y me arrastré hasta una carretera para poder sobrevivir.
Lo conseguí.
Quienes eran? Porque lo hicieron?
En fin....
Pero de esa experiencia saqué el ver lo solo que estaba.
Gente que creía que eran amigos, o que lo fueron...ni vinieron a verme.
Y gente que ya no eran nada, incluso en la distancia, reaparecieron en mi vida.
Por supuesto, la familia y los amigos de verdad, los de toda la vida, si que estuvieron ahí.
Da igual....decidí romper con todo lo que me hacía mal. Era el momento.
Ya que, de todo eso, me quedo con el momento en el que me incorporo encharcado en sangre y al mirar alrededor me siento solo, muy solo, y consciente de que nadie me iba a ayudar...de que mi familiar o amigo más cercano estaba a no menos de 10.000 km.
Pero también salí de esa, y me he vuelto a levantar.
Si, el 2014 acabó. Por fin se acabó.
Y ahora a seguir adelante, ya que solo hay un camino....y es hacia adelante.

Y así, de quemarlo todo, de esas llamas y cenizas, salgo yo, un nuevo Dani.
Y no, no voy a dejar de hacer lo que hago, porque me gusta y lo hago bien.
No voy a dejar de ser quien soy porque tengo buenos valores y principios, porque soy una buena persona y he luchado.
Me voy a otra zona de África, si, al sur, siguiendo la Cruz del Sur, a volver a empezar.
A cataratas Victoria, con nuevas ilusiones, sueños, ideas y proyectos.
Sin mucho dinero, es verdad, jajajaja, pero con grandes ideas y sueños.
Seguir mostrando África a los viajeros, compartiendo aventuras e ilusiones.
A volver a disfrutar de mi trabajo.
Sin cargas, sin problemas...volver a empezar, resurgir, hacer un buen trabajo y recoger los frutos de tanto esfuerzo.

A seguir peleando, siempre.

Dani!